(referido a "encuentro entre artistas")
El camino parece que se pone más entretenido.
Un llamado,
un pollo hirviendo en la cacerola, Alpha Blondy sigue cantándome “imbéciles”
desde hace horas.
Me pregunto…
estaré desubicada? Estaré haciendo algo mal?... no creo, ya que cualquier cosa
que haga es mejor que quedarme con la intención.
Le envío a él, mi
relato… me animo después de varios intentos que dejé en nada… me animo con el
miedo de hacer algo que me exponga aun más.
Me meto en mi mail y selecciono el link
adecuado… y le envío al protagonista del relato, mejor dicho al otro
protagonista, lo hago participe de mi interioridad… porque no?
Estaba
pintando a mi Lucifer, sigo después de viarias entradas… con una figuración ya
casi extrema, sé que cada vez me exijo
más, ya sigo el cuadro aunque me guste en estadios inconclusos.
La música
muy fuerte con su jovialidad me ayudaba a soltar, tanto mis relatos subjetivos
como mis pinceladas… pero siento que me salgo de lo establecido, que piso en terreno
ya nuevo, un camino nuevo que voy haciendo paso a paso.
Éste salirme
del que era supuestamente mi rol viejito… me hace sentir media ciega, media
tonta, media media.. Sin mis cosas viejas aun no me siento bien… algún día lo
estaré?
Retomando,
Él , el otro protagonista del encuentro que relato hace un tiempito… leyó lo
que escribí… y me pide de hablar por teléfono… acepto nerviosa, muy, para mi
gusto…
La
devolución de él, me es novedosa, primero estaba asombrado de que podía saber
un montón de cosas… que no sabía del encuentro entre artistas…
Yo me reía,
me decía a mí misma, como no sabía todo eso?, también me respondí mi pregunta,
los hombres no saben muchas cosas…
Pero bueno,
me gustaría re-significar esto que yo sentí, mis tribulaciones en torno al no
beso… completando con sus comentarios. Si bien no puedo salirme de mí
subjetividad, el primer obstáculo que se me presenta es el olvido, no me
acuerdo que me dijo, sé que eran varias reflexiones en torno a mis decires, y
también sé que me eran novedosas… no pude fijarlas en consecuencia. Entonces
como tengo este impulso a saber cosas de mí por aquellas que no registro… voy a
trabajar este acontecimiento.
Recuerdo que
hace mucho, cuando hacia terapia de imaginación activa con Guillermo Steffen,
fallecido ya hace diez años, siempre cuando no sabía que había pasado, me decía
que lo imagine, o que lo invente… recurso terapéutico e imaginativo que uso
mucho en mis clases, cuando no sabemos qué hacer, nos queda el terreno infinito
de la libertad.
Entonces voy
a imaginar que me dijo este hombre, la otra parte del encuentro entre artistas…
Primero le
gustó mucho tener un registro de mi interioridad, saber cosas que él, sumido en
la vorágine de la salida con una mujer, no pudo deducir… intuir.
También
registró el momento donde nos acariciamos las manos, pero lo sintió con
más intensidad… que yo, igual sé, me consta que cuando estudiaba mis dedos con
el detalle que solo un dibujante, un pintor puede hacer, me era hermoso… me
gusta mucho este tipo de sensibilidad inusual, ante lo más cotidiano. Éste tipo de contacto es para mí una
comunicación realmente desde el alma.
Con el paso
del tiempo, los años, los conocimientos que vamos adquiriendo, aprendí que hay
que ser uno mismo. Mirarse y observarse con la curiosidad de un niño, estar
atenta a ver que me gusta, que me hace sentir bien… que me pasen el dedo por
mis manos, tal como un escultor lo haría con la arcilla para conformar un dedo…
me encanta!, éste tipo de presión, que moldea y aprende cada detalle, este
sentido del tacto tan particular… sé que lo manejo también. Al ser artista,
cuando tocamos algo, estamos atentos a sus texturas, su tensión, su equilibrio
con lo otro, su continuidad, su calor, su vinculo… y que otra persona, pueda
estar en sintonía en este aspecto, me hace sentir acompañada en un nivel
profundo.
Ser así,
para las personas que no cuentan con una percepción exacerbada, puede no significar nada, o quizá
poco, igual me pregunto si realmente es una comunicación íntima, éste encuentro
entre sensibles, digamos, o es no poder salir realmente de nosotros mismos.
Voy poniendo
aquí, las ideas que me asaltan al escribir, quizá me valla del hilo del relato,
pero me suelo dar estas licencias, espero no tensionar… lo más importante a la
hora de vincularse con otro… es poder dejar de ser … uff llegué a un
pensamiento viejísimo, que me ha hecho trastabillar mucho. Va de nuevo…
Lo que
importa no es dejar de “ser” justamente, si no salir del orgullo, no creer que
éste sea solo el único medio para vincularse, la semejanza… no. Pienso que es
como una simbiosis, o una fagocitación … solo fundiéndonos nos place… ah!
Cuando el problema es ¿ si no se funde, si no me lo puedo comer? Como soy con
alguien al que no lo puedo a s i m i l
a r? Cómo será compartir algo con el
otro.. en tanto lo otro de mí.
Sigo con la
libre imaginación transversalizando sentidos, él se reía de la imagen de Julio Boca,
que coloqué como una analogía con el relato. Le pareció … divertido, a mi me cuesta explicar éste hecho, las
relaciones que establezco al elegir una imagen ya forman parte de mi olla
creativa, me cuenta pasar a una linealidad discursiva, pero acá podría decir
que al hablar de un encuentro anterior con otro artista… esta imagen de Boca
acariciando el piso me remitía directamente.
Lo que realmente me desconcierta es que yo desconocía que el hombre actual que estaba
conmigo, era artista, docente igual que yo, me sorprendió y no, ver que había
elegido tan a mi medida-necesidad… de ir cerrando aquel primer encuentro con un
artista ya muy lejano.
Quizá los
ciclos que fui viviendo comienzan a cerrarse. Aquella lejana locura fue un tsunami
para la estática vida que me auto imponía, sin ser más que lo que muestra la
foto de Boca, ya me modificó absolutamente cada molécula, y a partir de allí
supe lo que quería… se oponía
absolutamente a todo lo que estaba viviendo.
Como tengo
la particularidad de que me es mejor sufrir, que pasarla bien, todos los años
subsiguientes tomaron la forma de desgarro, de desmiembre espiritual, físico,
material… así el universo me fue generando experiencias donde esto tendía a
serme solicitado… actualmente en el presente no me creo lo que escucho, tanto
de afuera como de adentro.
Los cambios
que produce no creerse mucho todo… son geniales, hasta parece que puedo estar
en paz, ser asertiva y efectiva.
Pero
retomemos… el otro protagonista del relato agregó el comentario que no sabía
porque no me besaba, si bien yo podría decir que he hecho lo posible desde mí,
como para que quede claro el mensaje: si.
Creo
entender, quizá más adelante tenga otra información, que cerca de los cincuenta
años a los hombres les resulta difícil saber qué les pasa, tienen como todo
encerrado y desconocen cómo manejarse emocionalmente. Culturalmente tienen
cierto peso práctico, que los empuja a una exterioridad en detrimento de su
interioridad. Quizá me equivoque, pero me pareció atisbar este estar para
afuera, desenvolverse eficientemente en circunstancias en las que yo me hubiera
echado a llorar… , los hace como inactivos subjetivamente, los paraliza… recuerdo que no tuve esto en cuenta en esta
salida. Directamente me olvidé… y solo estaba pendiente de mis sentires, que en
el exterior solo eran acompañados, más no correspondidos.
Creo entender
que esta retención, ésta suspensión de expresión emocional jugó acá y determinó
todo un dialogo de gestos, suspiros, armas femeninas que no sabía siquiera si
eran posibles aplicar. La cultura de las películas parece que fertilizó mi
arsenal de herramientas interno. Hasta fue divertido…
Las formas
que adquiere el encuentro me son novedosas… horas que trascurren, reírse hasta
descostillarse de la oreja de Jonnhy Deep…
y demás detalles del hacer artístico, igual ahora se agrega la sensación
de la otra parte, su sentirse muy bien… su comodidad, su bienestar, su
percepción de la belleza del saberse, de la comprensión de las dificultades de
la falta de amor.. Aquella que sustenta, no cualquiera…
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