domingo, 7 de diciembre de 2014

Fuera de rango

El descubrimiento de este tiempo es claro: estoy fuera de rango, no es este momento conocido,
preestablecido,
 intencionado desde algo que ocurrió atrás en el tiempo.
Es raro hablar de un presente  “fresco”, como si fuera un cuadro pintado al óleo.
  Aun puedo deslizar las formas,
fusionar los colores,
trasformar las líneas… aun todo es  reciente, nuevo… tal como un cuadro en pleno proceso de trabajo.
Me gusta relacionar el pintar, con el vivir.
Entiendo que ésta es la misión que tengo acá, en la tierra.
Ya  hablé por ahí… de la tela en blanco, del inicio de una expresión pictórica.
Muchas veces estuve  frente a un soporte para pintar, como hoy estoy con el vivir…
Hace tiempo comenzaba a pintar desde el gesto con la espátula, desde el recorrido de ésta. Elegía un color, y atravesaba la tela definiendo recorridos, que luego pintaba con colores.
Hoy analógicamente, siento mi vivir igual.
Establezco algún recorrido desde mi desplazarme, desde un caminar ahí afuera. Desde mis piernas…
Entonces mi caminar, es analógicamente el recorrido de la espátula en un cuadro.
Las líneas que se abren paso dentro de  la tela, es como caminar por la vereda, es ir para allá, parar, doblar en la esquina, luego… sentarme en mi mesa, por ejemplo.
Ahora, cuando camino, además siento… percibo desde mis sentidos…  muchas cosas. No solo establezco direcciones, recorridos diarios o no, también estoy inmersa en un montón de sensaciones, emociones…
El olor de unas flores, la humedad en el aire, mi cuello tirante, mis plantas de los pies duras. Mis manos pesadas, el calor de mi esfuerzo en el tiempo…
 
… y voy así…  percibiendo que siento.
Si pienso cual es el equivalente al sentir, en el hacer pictórico, entiendo que son los colores.
El colorear algo significa meterse con la sensación, con el sentir, con la emoción en sí.
Quizá hoy no se con que color pintar… esto que vivo momento a momento… estoy tan encima… que no se qué color le pondría… fresco, nuevo, quizá amarillo…
Por eso no estoy pintando hoy.
 La emoción es nueva, la frescura contrasta con la tirantez, con la oposición más loca.
Quizá es tan fresco, novedoso, integro… lo que experimento hoy por hoy en mi caminar por acá, que todo el resto de mí… mi pasado, mis ideas fijas, mis complejos – aclaro todos junguianos-  gritan!,
se sienten dinamizados a desaparecer,
dentro de un nuevo vivir,
este  nuevo mundo.
La filosofía lo llama a este gran cambio: giro copernicano.
Yo… pienso, a mí  que me gusta tranversalizar sentidos,
 …quiero… en verdad reflexionar  este cambio tan radical que vivo hoy.
Por un lado quiero pensar, ya que esto me otorga cierto control dentro de la novedad.
Pero por otro lado lo que percibo es una verdadera  hecatombe,
un verdadero cataclismo recibo-percibo en mis recorridos.
... será miedo?
 
 

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