Caminando hacia
la avenida…
Día por
medio camino hacia la avenida, son seis cuadras de lo más bellas…
Hoy como
varios de los últimos días camine… mis pies ya no me duelen como hace un año,
cuando caminar era realmente doloroso.
Hoy en
contraste con el año pasado, era suelto, con dolor desde el sentir… pero ya no físico…
Mis ideas,
mis vivencias son difíciles, sobre todo con esta debilidad entre comillas, como
es ser desde la construcción propia.
Ya Sarmiento estaba por allá en el tiempo, más
solo, perdido como perro en cancha de
bochas… y yo hoy agregaría más alterado que Golden y el que toca batería.
Pero más
allá de ciertos recuerdos, ciertas dolencias… quiero hablar de los poderes que
recibo, ahora, cuando camino hacia la avenida.
Ya van dos
veces que quedo estupefacta del asombro, ya se… soy un poco ingenua, me asombro
aun de las cosas simples. Me imagino, que quizá espero muy adentro… que algún hombre se enamore de este aspecto
mío tan particular.
Y no, que se
aproveche de él, como para sacarme todo… pero bueno, voy a intentar… no digo
que lo logre, solo salir un poco de la queja y el odio por el que transito…
transitaba…
Hace unos
días, iba caminando y una mariposa me rodea.
Yo asombrada
por la cercanía… y el recuerdo de haberlas cazado en esta época allá en el
tiempo, deseo verla más de cerca, quiero que se detenga delante mío… y la
mariposa se detiene… delante de mi rostro… mirándome, aleteando mostrándose en
su belleza… se suspende en el aire, yo maravillada… la miro, súbitamente me rodea volando en torno a mí.
Yo ya estaba
sonriendo … pensando en que con solo pensar … la realidad lo produce… y la
mariposa, como jugando me da otra vuelta… deteniéndose… delante… yo suspendida
en esta comunicación con ella… ya decido que era mucho… entre asustada de mi
poder… y de la docilidad con que las cosas se me presentaban… me rio… me digo
no puede ser!!!! Y la mariposa desaparece de mi vista.
Todo el
episodio quedó olvidado… realmente. Pero
hoy, de vuelta por allí… voy a cruzar una calle, ya había saludado a los
personajes de la vigilancia que se creen que con saludar fuerte … me siento
justificada en el pago…
Intento cruzar,
miro si viene algo… y veo un auto con dos jóvenes bellos… y me digo … bueno “a
ver la cara del que conduce?”… pero parecía que se dignaba a avanzar y no
dejarme cruzar… aceleró… pero que paso?...
justo delante de mi avanzar… se le paró el auto.
No solo pude
verle el rostro, bello, joven, preocupado por el párate en seco del vehículo, fue a dos centímetros de mis pies… y yo
avancé, crucé como si no hubiera nada. El auto seco, parado completamente… quedó
muerto.
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