Hay algo de lo
cual quiero empezar a hablar…
Quizá sea bueno
esto de hablar de algo que aun no sé muy bien cómo hacer… para que se instale,
sea y se genere dentro mío.
Es casi como un nuevo camino, aunque tenga que
para ello, usar mis antiguas palabras, emociones, pareceres, sentires…
Hace unos días
pensaba, si estoy bien, si no tengo nada urgente que resolver, acerca de qué
podría escribir?...
Esto que parece
algo imposible… también, puede no ser tan necesario.
No importa tener problemas, cuanto más
me dije esto internamente… surgió esto de tener cierta paz en el afuera… nada
que hacer…
Pues bien llegué a
un recodo del vivir donde parece ser que el problema “es para mí problema” en
la medida en que me surja la cuestión interna de cómo resolverlo, y solo eso…
Interesante salir…
empezar a asomarme, sin hoguera que dejar de avivar, tapar o resolver.
Nada que hacer… ninguna actitud me hace falta poner en práctica, ya que la vida
no es la ausencia de obstáculos, ni de problemas, ni de errores.
Nunca había realmente
experimentado esto de que estando el problema, o algo que no sea de mi agrado,
igual sintiera que no lo es todo, que mi persona no se agota en lo que falta,
en lo que está torcido, es más, yo no tengo nada que ver con la carencia, o
error…
… y más… pongamos
la suposición de que así lo fuera, que yo soy tal o cual cosa… “y que!” .
Seguir y ya…
caminar, vivir sonreír lo mismo, sin que lo malo me imponga el estado esencial
de la vida.
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