lunes, 1 de diciembre de 2014

Cuestiones en torno al error...





 

En algún video de youtube,  encontré las leyes universales del Kybalion, libro que tengo por algún lugar de mi computadora… en este marco encontré unos profesionales, Matías Stefano unos de los entrevistados, afirma que la felicidad es una decisión, no algo que se encuentra afuera… y se ríe, se extraña de que las personas persigan algo que en realidad está en nuestras manos ejercer, practicar… desparramar en nuestros espacios cotidianos.

Estas maneras de pensar, si bien siempre las escuche… es como que recién puedo apreciar este aspecto, esta manera de tomar mi vida,  esta vivencia  y decidir exactamente como sentirla: estar bien, apropiarme de mi interioridad… y no estar a merced de lo que me falta.

Ahora… si pienso en lo que me falta, miro atentamente en las cosas que parecen faltarme, a saber… ciertas prendas de moda, estar más delgada, poseer un celular nuevo, un iPod… me detengo a ver realmente de donde vienen estas faltas?

Son internas?

 Son traducciones de emociones que reprimo, que trasformo?

De donde me viene el estar delgada? Claro, no me acepto mi auto imagen, pero también sé que cuando me alimento, incorporo otras cosas que “me implanto”… a manera de cariño, afecto, soledades… todas estampillas que así como descuidada,  las puedo creer como ciertas… pero en cuanto me detengo a mirarlas, son puras ideas, afirmaciones que asimilo sin cuestionarlas.

Por un lado mis afirmaciones, mis juicios acerca de lo que vivo momento a momento, son todos arbitrarios, me consta que también malignos… y me hacen tomar una postura que puede no ser la apropiada… no hay que olvidar que son solo eso: juicios.

Deepack Chopra asegura que cuando tomamos una decisión, afirmamos o negamos algo, se interrumpe el flujo de dicha en nosotros… ni hablar de cuando me digo que me siento algo más robusta…

Suspender el juicio… tarea que me cuesta siquiera imaginar, pero entiendo que es el hacer mental que determina que falta, que carencia, que error “debo” cambiar.

Este tema del error, es como un espiral… a través de él, puedo expresar miles de pensamientos …aquello que falta… tiene que ver con lo que “debo” reparar, cambiar… o sea que me obliga a mí, por ejemplo con la dieta, realizar un tipo de acción en consecuencia.

Me determina a un “hacer” adelante en el tiempo. Un futuro, que aún no existe…

Si no… pensemos en aquellas personas que si en su actuar cometen un error, y siguen como si no hubiera sido así, nos causa extrañeza. Por ejemplo, que fulanito…  haciendo consciente una falta necesaria o que  así parezca, actúe como si no… nos provoca escozor  y  algo más intenso… quizá dudemos de su claridad mental.
Juicios lapidarios, que intencionan un tiempo que aún no es… todas acciones que nos sacan de la dicha.

Ahora… además de errores, el vivir tiene otros condimentos para cada uno de nosotros, cada día cuenta con millones de estímulos que casi ninguno tiene que ver con constreñir nuestras conductas hacia algún ideal utópico de excelencia, moralidad inmaculada… o bondad prudente.

Por este momento yo descubro estos pareceres que entre novedosos, posibles… me son liberadores de arduas tareas… para otros. Encuentro que además de no necesitar eliminar el error, me es mejor fortalecerme ante el mismo, y ver qué aspecto puedo desarrollar y que me ayudaría con este nuevo integrante.

Aceptar lo que aparece, sin hacer juicio de mi parte. Sí que es un ideal ¡!!

Desarrollar algo que quizá desconozco de mí… además de no catalogarlo como una  molestia, de mi vida en calma…  los problemas me aportarían sal, gusto, sabor a los días… ya que me descubro y descubro a los que me rodean en interrelación frente a lo nuevo.

Puedo agregar otra cosa más, mi ser no se agota en el escoyo, yo soy más que lo que me acontece. Solo tengo que estar atenta y animarme a desarrollarme, plenificar los aspectos ocultos, inusitados… permitir que el cambio sea una manera de vivir… y no una manera de retener el fluir.
 

 

 

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