Acá
en el café de los desamparos.. Walkira.
En
frente de la quinta, donde pase horas tan nefastas, internas y con otros…
Lo
primero que me vino desde el recuerdo, fue aquél ariano “loco” .
Chateamos
un montón, para que al fin y al cabo, no quisiera salir conmigo, al menos cinco
veces…
Me
digo… una y otra vez en estos tiempos, que hacía yo?
Mi
respuesta es clara, ya, recién después
de tanto esfuerzo por salir, yo contestaba, hasta que dejé de sostener un
dialogo, otro y otro más… dejé de sostener
charlas que no eran nada importante, dejé de agarrarme a “la basura” me
decía mi interior.
Es
duro el tono en que hoy hablo, hace unos días me registro este tono de rigidez,
dureza en mis palabras… aquellas que salen, aquellas que me digo internamente.
Puede que sea un poco intensa al expresarme, lo sé…
También
por esos tiempos, en este café, pase tanto antes como después, el lento irse de
mi padre.
Me
cuesta evaluar si fue lento o, por el contrario, estrepitosa la ida de mi
padre.
No
logro ubicarme en algún lugar más alto, para evaluar, solo estoy acá, en esta
"meseta", entiendo mejor, que en el tiempo que frecuentaba este lugar.
Hasta
hará unas semanas ni loca, hubiera venido acá… huía de los recuerdos, de la
vergüenza de mi misma… de mi desesperación más loca.
Muchas veces me lo propuse y no, me decía una
y otra vez, proba lugares nuevos, para cambiar de estado hay que hacer cosas
distintas, entonces me fui más allá, o más acá… y en cada café logre distintas
cuestiones.
Encontré
uno, cerca… donde la camarera me sonríe un montón… eso me gustó.
Hoy
pude volver, siendo otra, después de la muerte de mi padre, me fue una buena
opción estar acá… que venía luego de estar en el asilo…con mi padre.
Horas
pasé, pero las pasé… eso es lo que ahora rescato, pasé horas de dolor
esquivado, y es tan difícil de entender, pero dolía más esquivar que
directamente sentir….
Esto de la orfandad.
Siempre
fui huérfana, no tuve ninguna dirección, forma, dedicación, estima nada por
parte de las personas que me criaron, y
con todo comparto esto de madurar, bajo esta subjetividad que adoptó esta
manera… es: existo… más allá de su forma.
Siempre
nos quedamos con nosotros mismos, tarde o temprano, estamos “solos” en el
mundo, y más allá del dolor de ser arrojados como diría Heidegger, lo que
importa es seguir… con onda… digamos.
Porque
podemos, digo acá, tomar todo un bagaje de tonterías populares… y hablar de cosas que
me hagan llorar mares… y sin embargo elijo una y otra vez reírme, sonreír a
esto que es la vida… sentir que cualquier cosa que se me presenta está hecha
para que fortalezca aquello, que exclusivamente necesito fortalecer…
primer cuadro-1992-tempera sobre hoja escolar |
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