A cargo de Viviana Celano, docente
con orientación en pintura y artista plástica.
Cuenta, además con formación
filosófica en la UBA, (60 % aprobada), es Perito Grafóloga y además posee una
formación junguiana con Carlos Menegazo.
El encuentro para realizar una actividad artística es muy
satisfactorio, en muchos sentidos. Pero solo se disfruta con placer realizar
una mancha o simplemente jugar con los colores, luego de dejar atrás
expectativas impuestas por la sociedad.
El lugar donde habitamos no solo nos impregna de información,
alimentación y herencia de conductas, también nos delimita el espacio de
satisfacción que todos nos permitimos. Las actividades artísticas se introducen
en esos límites y los hacen tambalear, de ahí que nos sintamos medios tontos al
pintar, o simplemente afirmemos que “esto no es para mí”.
Así vamos renunciando a este ámbito que nos llevaría más allá
de lo simplemente establecido, que, convengamos, es lo mínimo posible, para
uniformar a todos en algo manejable y dócil ante las órdenes y leyes
establecidas.
Justamente en estos tiempos cuando las libertades mínimas
dejaron de ser posibles, es que necesitamos introducirnos en ámbitos donde el
crear sea algo garantizado. Pero aquí hace falta una dirección firme y
permisiva a la vez, que otorgue la palabra precisa y apuntalamiento específico
y con conocimiento de los límites que todos poseemos por compartir una
educación común.
Esto traducido en un lenguaje digamos de los niños, solo se
afirma (al ponerse a pintar) que no saben hacerlo bien y la actividad finaliza
antes de comenzar. Esto como mínimo, es llamativo, que chicos de 6 años se
sientan exigidos según parámetros ideales que poco tienen que ver con sus
experiencias y posibilidades motoras. Entendiendo esto como una idea o creencia
general, y desde hace años me dedico a mostrar que no importa en absoluto como
salen las expresiones artísticas, se puede o no… lograr algo aceptado, para lo
que significa ponerse a jugar con los colores poca o ninguna importancia tiene.
De esto se trata, al hacer pintura, el pintar nos hace bien,
y mucho. Está recomendado por los profesionales de la salud psíquica y física.
Pero como es efectivo y la gente se enferma menos, no tiene mucha prensa. Desde
el año 2009 le he dado clase a psicólogas, pedagogas, profesionales, docentes etc.,
y todos maravillados de como producían resultados más allá de sus expectativas
más exigentes. Por esto el pensar en el resultado es algo inútil, porque de
hecho es ampliamente superado puesto que la dirección de la percepción está a
mi cargo, y es lo que más trabajé durante muchos años.
Pero que hacemos en las clases?, después de dejar en claro
que no importa lo que hagamos, no vamos a realizar ninguna exposición ni a
someternos a exámenes internacionales, solo tomamos el pincel con un color que
nos guste y comenzamos a soltarnos en las hojas.
Otorgaré consignas que van de lo más simple a lo complejo,
siempre dando ejemplos concretos y permisivos para que salga lo que cada uno
es. Adopto una postura de mostrar cómo solo recorremos el espacio de la hoja de
forma suelta, sin tapujos ni ideas limitantes.
Los espero:
http://sitiosimple.com/arte-la-lucila-cuadros-esculturas-y-cursos/#!/-bienvenido/
Primero hacemos líneas libres combinando curvas y ángulos. Luego rellenamos los huecos con colores que varíen en la cantidad de luz.
Por último observamos la riqueza de haber utilizado distintas líneas, formas, colores, luces y cantidad de pintura.
Para más clases:
https://bit.ly/REGISTRATEALAPLATAFORMA
Para ver obra:
www. almartevivicelano.com.ar https://artelalucila.mitiendanube.com
Para comunicarnos y seguimiento de obra:
vivianacelano@gmail.com
zoom martes de 18 hs a 19hs, opción personal.